Hacerse responsable de la salud de otro ser humano es uno de los actos de amor más grandes que existen. Es una señal de agradecimiento hacia quienes nos han demostrado su cariño incondicional.
Irma Mesina es un ejemplo de ello. Desde hace dos años, se ha hecho cargo de su padre, un hombre que vive con Alzheimer, una enfermedad progresiva que afecta la memoria y otras funciones mentales. Él requiere ayuda y su hija está ahí para proporcionársela.
Ayudar a otros genera una sensación única. Eso también lo sabe Theramart, nos contactó para donar mensualmente una serie productos. En esta ocasión, la beneficiaria fue justamente Irma, quien a continuación nos comparte su experiencia como cuidadora.
Múltiples desafíos
La historia de Irma nos llega desde Buenos Aires, en Argentina. “Cuido a mi papá. Su nombre es Félix Nava. Hace dos años lo cuido. Él padece de Alzheimer e incontinencia urinaria. Yo soy la única cuidadora, porque mis hermanos viven fuera de la ciudad”.
Por supuesto, no ha sido nada sencillo. No sólo por llevar toda la responsabilidad que le representa su padre, sino además por hacerlo en tiempos de confinamiento mundial:
“Lamento que mis hermanos se vean impedidos de visitar a mi papá por el COVID-19”.
Sin embargo, Irma cuenta con dos poderosas ventajas. La primera es que es enfermera, lo cual representa un voto de confianza extra para quienes desempeñamos una función de cuidador. Eso significa que conoce mucho sobre procedimientos médicos y tiene un enorme respeto por quienes necesitan apoyo debido a sus condiciones de salud.
La segunda es que es una mujer con una profunda actitud empática. Basta ver sus redes sociales para darse cuenta de que suele compartir temas que afectan a otros y a proporcionar información útil para la sociedad.
De hecho, Irma es parte de nuestra comunidad de cuidadores en Facebook, donde tiene una muy activa participación. Y para acompañarla en su labor del día a día, la firma Theramart quiso hacerle una donación.
¿Qué productos recibió?
El primer producto se trata de un protector impermeable que brinda una protección total para el paciente. Para evitar que se me mueva, cuenta con bandas de seguridad y un confort único. TheraProof Max Elimina la humedad, es más higiénico y puede lavarse hasta 300 veces en máquina.
También recibió un Therapilot, se trata de un cinturón de transferencia que sirve para movilizar a las personas en distancias cortas, como de la cama a la silla o al baño, sin lastimarse ni lastimarlo. Tiene la ventaja de contar con varias agarraderas y costuras reforzadas, que le darán un ajuste firme y seguro.
Y para el mejor descanso y sueño profundo, recibieron una Almohada Theragel. Diseñada con gel inyectado, proporciona un descanso más fresco, así como un diseño que alivia las cervicales. Además, ofrece un sistema de flotación continua que ayuda a aliviar las contracturas y a dormir más profundamente.
Sobre la donación que recibió, Irma dijo: “Nos encantan los productos recibidos y los usará mi papá como parte de su tratamiento de incontinencia urinaria”.
Los retos diarios de ser cuidadora
Las responsabilidades de Irma como cuidadora han sido diversas. Sin embargo, dentro de todo el desgaste que a veces suele implicar, hay algo que la levanta siempre. “Lo que más disfruto de mi labor es estar cerca de mi papá a diario y no haberlo internado en un geriátrico”.
Su trabajo es arduo, tanto como su dedicación. Por ello, y con la experiencia que ha obtenido, ofrece un mensaje para todos los cuidadores:
“Mi consejo como enfermera es que sigan las indicaciones médicas, respeten a quien cuidan y tomen distancia terapéutica, así como cuidados personales y descansen”.
Este último año marcó para siempre a la humanidad. Si bien todos lo han padecido, los cuidadores de pacientes hemos sido particularmente afectados en cuanto al encierro. Consciente de ello, sólo tiene un deseo: “Que el coronavirus sea controlado, que estemos todos vacunados y desaparezca el aislamiento”.
La importancia de la solidaridad entre pares
Irma Mesina, como muchos de nosotros, está al frente de la salud e integridad de un ser querido. Y durante el tiempo que lleva haciéndolo, como a todos, se ha enfrentado a situaciones que la han desafiado.
Sin embargo, gracias a su enorme iniciativa, disposición para aprender y el amor hacia su padre, ha logrado manejar el enorme reto que representa ser cuidadora.
