En la medida que tu adulto envejece, los músculos de su vejiga y uretra van perdiendo fuerza. Los cambios que conlleva la edad reducen la cantidad de líquido que la vejiga pueda retener. Y entonces, aumenta la posibilidad de liberar orina involuntariamente.
La incontinencia urinaria o pérdida del control de la vejiga es un problema que podría presentarse en el adulto mayor y ser motivo de vergüenza para él. Se sabe que suele ocurrir con mayor frecuencia en mujeres que en hombres. Sin embargo, en el caso de los varones existe una relación importante entre la incontinencia urinaria y la próstata. Te contamos los detalles a continuación.
Incontinencia urinaria y próstata: qué son y cómo se relacionan
La incontinencia urinaria es un problema frecuente sin importar la edad de las personas. La intensidad del accidente puede ir desde perder orina de vez en cuando al toser o estornudar o incluso desear ir al baño tan repentinamente que no se alcanza a llegar.
La incontinencia puede ser un efecto secundario ante un tratamiento médico enfocado en tratar el cáncer de próstata. Por su parte, la próstata es una glándula del aparato reproductor masculino. Suele tener el tamaño de una nuez y se encuentra justo delante del recto y rodeando la salida de la vejiga, también conocida como uretra.
La próstata sirve para producir parte del líquido seminal que protegerá y nutrirá los espermatozoides. Sin embargo, con el paso de los años puede aumentar su tamaño, lo que causaría pérdidas de orina debido a la presión que una próstata inflamada generaría en la uretra.
Factores de riesgo y prevención de la incontinencia masculina
Se sabe que la incontinencia urinaria puede ser causada por determinados hábitos diarios, enfermedades subyacentes o problemas físicos. Justo por eso, en muy diversos casos bastan algunos cambios en el estilo de vida, la dieta y/o la atención médica para tratarla.
Sin embargo, y en muchas ocasiones por vergüenza, el adulto mayor decide no atender este problema, lo cual podría conllevar ciertos riesgos:
- Disminuir las actividades que solían gustarle.
- Reducir las interacciones con seres queridos y redes de apoyo.
- Afectar negativamente la calidad de vida.
- Aumentar el riesgo de caídas, por tener que ir de prisa hacia el baño.
- Generar infecciones.
En los hombres, la incontinencia puede asociarse a un cáncer de próstata sin tratar. Pero, más a menudo, es un efecto secundario de los tratamientos para abordar este tipo de cáncer. Por lo tanto, y aunque no siempre podrá prevenirse, vale la pena considerar evaluar los siguientes ajustes en el estilo de vida:
- Dejar de fumar.
- Evitar alimentos que irriten la vejiga (cafeína, alcohol y alimentos ácidos).
- Ingerir más fibra para prevenir el estreñimiento.
- Mantener un peso saludable.
- Practicar ejercicios del suelo pélvico.
¿Qué puede hacer un cuidador ante un problema de incontinencia urinaria y próstata?
Claramente, el factor social más evidente con este tipo de problemas es la vergüenza. Se corre el riesgo de que el paciente ya no desee salir o frecuentar a su círculo cercano por pena a que le ocurra un accidente en público.
A esto podemos agregar consecuencias que lo hagan sentirse aún peor, por ejemplo si ensució su ropa, el colchón o algún otro aditamento de casa. Antes, durante y después del accidente, lo cierto es que tu adulto puede contar contigo como cuidador, pues como cuidador tienes un rol clave.
- No regañarlo. Tu adulto necesita de toda tu empatía. Llamarle la atención o señalar lo ocurrido frente a los demás sólo le provocará mayor humillación y soledad. Permítele desahogarse, escúchalo, valida sus emociones, dale un abrazo y después comiencen a ver cómo solucionarlo.
- Actuar. Más que enfocarse en el hecho, hay que poner el foco de atención en la solución, por ejemplo separar la ropa, cambiar al paciente, preparar la ducha…
- Fijarse en qué necesita limpiarse. Identifica aquellos aditamentos o prendas que se ensuciaron, para que queden nuevamente radiantes y libres de olores (la medicación a la que a veces están sometidos los adultos podría agudizar el olor).
- Apoyarse en los expertos. Un problema de incontinencia puede tener varias vías de intervención. Convendría asesorase con médicos, nutriólogos, fisioterapeutas, psicólogos y, por supuesto, productos especialmente elaborados para estos casos.
- Contribuir a remediar el problema. Eliminar el olor y las manchas de orina en el cuerpo y prendas de un adulto es más sencillo de lo que se cree. Puede arreglarse con un baño; y en cuanto a la ropa y telas, apoyarse en bicarbonato, vinagre, detergentes especiales e incluso enjuague bucal. ¿Sabías que el bicarbonato, el vinagre y el enjuague bucal ayudan a quitar el olor a orina? Más tips aquí
Incontinencia urinaria y próstata, la importancia de conocer su relación
Como puede verse, la incontinencia urinaria y la próstata guardan una relación importante. Informarse al respecto es el primer paso para un adulto mayor saludable y en plenitud con su edad y condición.
Al ser un cuidador, tu papel es clave en todo el proceso, sobre todo porque tú conoces mejor que nadie a tu paciente. De esta manera, juntos pueden hacer equipo en favor de su máxima calidad de vida.
Y por supuesto, recuerda siempre consultar con un experto en la salud antes de tomar cualquier tipo de decisión relacionada con su bienestar y el tuyo.