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Manejo de medicamentos en pacientes con Parkinson

El Parkinson es un trastorno que ocurre en el sistema nervioso central. Puede afectar el movimiento y suele ocasionar temblores en el cuerpo sin tener control sobre ello. Es un gran desafío tanto para el paciente como para sus médicos y, por supuesto, su cuidador.

Una enfermedad como el Parkinson requiere de un trabajo arduo y coordinado. La correcta organización de sus medicamentos sería medular en su tratamiento.

Equivocarse en las dosis, horarios o tomas puede tener graves consecuencias en los pacientes. Pero entonces, ¿cómo llevar un control mucho más seguro y confiable?

Parkinson: qué es, síntomas y factores de riesgo

La enfermedad de Parkinson consiste en una enfermedad de tipo progresiva. Afecta el movimiento, desde el sistema nervioso central.

A nivel fisiológico, lo que ocurre es que algunas neuronas del cerebro se descomponen o mueren progresivamente. Muchas de ellas producen un neurotransmisor del cerebro llamado ‘dopamina’. Cuando los niveles de dopamina disminuyen, se presenta una actividad cerebral anormal, que termina afectando el movimiento del cuerpo.

Los síntomas comienzan a presentarse de manera gradual. A veces, puede ser un pequeño temblor en alguna mano, rigidez o disminución de movimientos. El habla también puede ser suave o hasta incomprensible.

En una etapa inicial, el rostro también se vería afectado, al mostrar una expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas. Los síntomas del Parkinson se van agravando con el tiempo.

¿Existe un tratamiento contra el Parkinson?

Se conoce poco en torno a las causas que generan esta enfermedad. Por ende, aún no existe una cura. Sin embargo, sí existen tratamientos para abordar algunas de las complicaciones asociadas al Parkinson:

  • Depresión y cambios emocionales.
  • Dificultad para pensar.
  • Estreñimiento.
  • Problemas de vejiga.
  • Problemas para masticar, tragar y comer.
  • Trastornos del sueño.

A pesar de que la enfermedad de Parkinson aún no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas.

Incluso, en ocasiones el médico puede sugerir practicar una cirugía al paciente para ayudar a regular ciertas zonas del cerebro y atender los síntomas.

¿Cómo organizar mejor los medicamentos para el Parkinson?

Los fármacos existentes van enfocados sobre todo a tratar algunos de los síntomas relacionados con esta enfermedad, como los trastornos en el humor, el sueño y alteraciones sensoriales. Por ejemplo, medicamentos como levodopa se encargan de producir dopamina química.

La lista de medicamentos podría confundir a cualquiera y por eso es básico algún tipo de organización. Una opción rápida y sencilla es un práctico pastillero.

El pastillero TheraPill es una alternativa útil, pero sobre todo sencilla, de llevar una organización efectiva para un paciente con Parkinson. Está dividida como si se tratara de la semana entera de un calendario.

Para hacerlo más fácil, cuenta con cuatro contenedores por día, para organizarlos por tomas. Según el tamaño del medicamento, TheraPill es capaz de almacenar entre 6 y 18 unidades por contenedor.

A veces ocurre que el paciente o su cuidador se confunden respecto a la hora para administrar el medicamento. Pues eso es cosa del pasado con este pastillero, pues se encuentra separado por colores y, para quien tenga problemas al leer, cuenta con didácticos dibujos que ilustran cuándo las pastillas del contenedor deben tomarse: por la mañana, por la tarde, la noche y antes de dormir.

El pastillero TheraPill tiene tres ventajas que lo hacen diferente de otros:

  1. Cada color puede desprenderse, para llevarse de manera individual y así no tener que estar cargando todo el pastillero, lo cual lo hace ideal para salir de viaje.
  2. Está diseñado para resistir la humedad. Elaborado con material no tóxico, cuenta con un cierre hermético que aísla cualquier entrada de líquido.
  3. Es pequeño y fácil de llevar. Mide apenas 13 x 20.5 cm, y 3.5 cm de alto.

Parkinson: un desafío que requiere de mucha organización

Sin duda, esta enfermedad representa un reto de vida para el paciente, pero también para sus médicos y cuidadores. Su calidad de vida se sostiene de estos tres pilares.

Su diagnóstico, pero sobre todo su tratamiento, necesita organización, tanto en el seguimiento médico como en la administración de medicamentos. Por ello, un dispositivo fácil y práctico como un pastillero puede hacer mucho para lograrlo.

Un correcto orden con las pastillas que se le administrarán al paciente es de vital importancia. Estar al día en sus medicamentos y horarios para cada una de las tomas representan una base confiable para todo lo que sigue en su tratamiento.

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