El agua es un elemento indispensable para la vida. Todos la necesitamos, sin importar la edad. Y en el caso del adulto mayor al que cuidas, es un aspecto sumamente importante.
La deshidratación en ancianos es uno de los principales problemas de salud en este grupo de edad. ¿Cómo prevenirla? Aquí algunas recomendaciones.
La falta de este vital líquido puede traer complicaciones para tu paciente. Por eso, es sumamente importante estar informado al respecto.
¿Qué es?
Todos necesitamos beber agua. Por ello, debes asegurarte de que tu adulto cuente con la suficiente, pero sobre todo que la consuma.
La deshidratación es la alteración o falta de agua y sales minerales en el cuerpo, lo cual puede poner en peligro la vida de cualquier persona.
En el caso de los adultos mayores, se sabe que incluso una enfermedad menor (como alguna infección en pulmones o vejiga) puede provocar deshidratación.
Causas
Los adultos mayores tienen un volumen menor de agua en sus cuerpos. Esto se debe a que, con la edad, la reserva de líquidos del cuerpo se va haciendo más pequeña. Por ello, la capacidad de conservar agua se reduce y esto afecta la sensación de sed.
Estos problemas se agravan con enfermedades crónicas (como diabetes y demencia), y con el uso de determinados medicamentos (como diuréticos y laxantes).
Es un problema que suele ocurrir durante el verano, debido al calor. Pero sin importar la época del año, un adulto mayor hidratado es un adulto mayor saludable.
Lo anterior se debe a que la gente mayor es más sensibles al calor, lo cual afecta el llamado ‘balance hídrico’ (la relación que hay entre los líquidos que entran y salen del cuerpo).
Algunas de sus causas en adultos mayores son:
- Alteración en la sensación de sed y calor (lo cual les dificulta estar conscientes de la necesidad de hidratarse).
- Enfermedades que dificultan la sudoración (problemas renales, cardiopatías o padecimientos pulmonares).
- Infecciones alimentarias (los adultos mayores serían más propensos a padecerlas).
- Problemas de movilidad (lo cual puede impedirles levantarse por sí mismos para beber agua).
- Sedentarismo (suele provocar entre problemas como obesidad).
Síntomas
Un adulto mayor con problemas de hidratación puede presentar:
- Agotamiento.
- Golpe de calor.
- Sed excesiva.
- Micción menos frecuente.
- Orina de color oscuro.
- Fatiga.
- Mareos.
- Confusión.
- Pérdida de peso.
- Sequedad en las mucosas y en la piel.
- Estreñimiento.
- Disminución de la orina.
- Descenso en la tensión arterial.
- Vómito.
- Diarrea.
- Fiebre.
La deshidratación en adultos mayores puede ser más grave de lo que parece. Se le asocia con un aumento en las tasas de mortalidad entre los pacientes mayores hospitalizados. Incluso, puede llevar a la hospitalización de emergencia.
¿Qué hacer y cómo prevenirlo?
Si un adulto mayor llega a presentar deshidratación, es importante recuperar los electrolitos y líquidos perdidos. Por ello, además de acudir al médico, se recomienda el consumo de agua, suero oral y bebidas isotónicas (rehidratantes que suelen utilizar quienes practican deporte).
Para prevenirlo, se recomienda:
- Acostumbrarse a beber agua de manera regular. Así, la reserva de líquidos se mantendrá en buenos niveles.
- En estos casos, se recomiendan al menos seis vasos de agua al día (entre 1.5 y 2 litros de agua).
- Beber varios vasos de alguna bebida con cada comida y de manera intermitente durante el día.
- Contar con una variedad de bebidas de distintos sabores para estimular su consumo (limonada, té helado, jugos o agua de frutas, entre otras).
- Dicho sea de paso, las bebidas alcohólicas tienen un efecto deshidratante, así que no se recomiendan en absoluto.
- Los líquidos deben estar en lugares accesibles y visibles a cualquier hora del día.
- La temperatura ambiente del lugar donde se encuentra el adulto debe ser moderada: en torno a los 25 grados centígrados (77 grados Farenheit).
- Si por algún motivo la persona mayor se encuentra a temperaturas más elevadas, se recomienda ingerir 250 ml más (8.4 onzas) por cada grado centígrado, por encima de los 37 grados centígrados (98 grados Farenheit).
- Se sabe que entre el 20 y 30% del líquido necesario proviene de los alimentos que comemos. Por ello, se recomiendan sopas, frutas y hortalizas, que contienen entre 80 y 90% de agua y son fuente de nutrientes.
¿Pérdida de apetito del adulto mayor? Acá te dejamos consejos prácticos para mejorar su alimentación.
¿Cómo ayudar siendo cuidador?
- Ofrece a tu adulto líquidos a lo largo del día.
- Fomenta en tu paciente el consumo de agua al ingerir los medicamentos.
- Asegúrate de que siempre tenga acceso al agua a lo largo del día.
- Ofrécele sus bebidas saludables preferidas.
Beberse la vida
Tu paciente se merece la mayor calidad de vida posible. Y una buena hidratación es el mejor aliado para su salud… y para la de cualquiera.
Por eso recuerda siempre que tú, como cuidador, también mereces estar igual de bien y protegerte. Así que tú también mantente bien hidratado.
Estamos seguros de que tus cuidados son eso que tu paciente necesita para hacer la diferencia en su bienestar.
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