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Déficit sensorial: Cómo adaptarse a los cambios

El paso de los años es algo natural para todos los seres humanos, es visible en las arrugas de la piel pero también en toda la experiencia y sabiduría. Sin embargo, la ancianidad también acarrea algunos «achaques» en la salud que suelen afectarnos en mayor o menor medida, y a veces, su paso es de avance sigiloso. 

En una realidad que el envejecimiento ocasiona un déficit sensorial; se trata de la pérdida de alguno (o varios) de los sentidos, tan importantes a la hora de desenvolvernos y comunicarnos con el mundo.

La visión, el olfato, la audición, el gusto y el olfato tienden a cambiar con los años, algunos se pierden por completo.

No contar con nuestros sentidos es motivo de inquietud e incomodidad, y podría decirse que durante la ancianidad esta sensación podría ser bastante peor, ya que, al no poder valerse por sí mismos, pierden independencia pasado a necesitar de otro para realizar más de una tarea al día.

Acudir al médico a tiempo para aplicar un buen tratamiento preventivo es una buena estrategia, pero ofrecerles ayuda, comprensión y aprender cómo adaptar el hogar, está dentro de las mejores alternativas para afrontar las deprivaciones sensoriales.

Hablemos de los cambios con la edad

Muchos adultos llegan a la edad madura gozando de muy buen estado de salud, ¡qué bello es poder disfrutar de algo tan lindo como sentirse bien!, ¿verdad? Pero, otros experimentan un cierto declive en alguna de sus funciones principales, como en el caso de los sentidos.

La mayoría de las persona mayores sufren algún tipo de déficit sensorial en al menos uno de sus sentidos. Una investigación realizada por Neurología.com, logró detectar que el 94% de las personas entre 57 y 85 años sufren problemas con al menos uno de los cinco sentidos.

Si bien los casos de deprivación sensorial están muy vinculados con la edad, el sexo y la raza; no cabe duda que tener una enfermedad de base puede derivar en la pérdida de uno o más sentidos, por ejemplo la diabetes, presbicia, pérdida de terminaciones nerviosas, piel delgada y sin elasticidad o sordera súbita.

Los hombres tienden a tener más problemas de oído, olfato y gusto. Mientras las mujeres mantienen fuertes esos sentidos, no así la vista.

¿Es frecuente la pérdida de los sentidos en la tercera edad?

Este síndrome deprivación sensorial es más frecuente de los que imaginas. Los médicos lo consideran como un problema común en la vejez y que puede presentarse en más de un sentido al mismo tiempo. Es decir, si el sentido del olfato se ve afectado, probablemente, el gusto también lo esté.

Pero, piensa que esta perturbación en alguno de los sentidos también provoca una gran disfunción en la esfera social, psicológica y biológica del anciano que, con el tiempo repercute en su calidad de vida y en su independencia.

¿Cómo lo viven ancianos y cuidadores?

Aquí nos encontramos con las caras de una misma realidad: por un lado los afectados por el déficit sensorial y la pérdida de su independencia y, por otro, aquellos que no solo tienen la tarea de cuidarlos, sino de acompañarlos y motivarlos a seguir adelante.

Conozcamos un poco más de cada uno

¿Te interesa saber sobre la importancia de la estimulación cognitiva en la tercera edad? Te lo contamos en este artículo. 

 

Cambios en la vida de los adultos mayores

No es nada fácil. De un momento a otro aquello que los conectaba al mundo se desvanece como agua entre los dedos. Es imposible que no tengan cuadros de ira, llanto, negación hasta que, finalmente, llega la aceptación.

  • Cambios en sus rutinas
  • Asistencia para realizar cualquier tipo de desplazamiento
  • Pérdida de independencia
  • Reducción de su movilidad
  • Riesgo de accidentes domésticos y caídas
  • Cambios de estados de ánimo
  • Depresión
  • Dificultades en la comunicación con otras personas
  • Distanciamiento social
  • Ansiedad y estrés

Cómo lo viven los cuidadores

Sin dudas lo viven con la idea de creer que están respondiendo a todas las necesidades del anciano, pero sin estar dentro de su mente. Aún así, su trabajo es indispensable para mejorar la calidad de vida del adulto mayor.

  • Tristeza por la situación que vive el paciente
  • Nace un sentimiento de colaboración y empatía
  • Desarrollan con más agudeza, la visión panorámica, para detectar cualquier obstáculo que podría afectar al anciano
  • Aprenden a desarrollar la paciencia y la tolerancia
  • Aprenden a escuchar y hacer preguntas concretas

“Observa detenidamente, interactúa con el adulto mayor, escúchalo sin emitir juicios o comentarios, trata de motivarlo a la conversación para entender empáticamente cuál debe ser el plan a seguir”, Nora F (Comunidad Vida de Cuidador) 

Cómo ayudarlos a estar mejor

Estos consejos aplicalos de acuerdo se presente el caso, ya sea que el anciano haya perdido la capacidad para oír, para ver, para tocar, saborear u oler.

Prioriza el silencio y el dialogo: Saber cuándo hablar y cuándo no hacerlo es la estrategia ideal. Si bien ellos han perdido formas de comunicarse, no cabe duda que están lúcidos y con un excelente desarrollo cognitivo, por lo tanto, aprende a darle tiempo para expresar lo que siente y quiere.

Organizar los espacios del hogar: Si no puede ver con claridad tendrá deseos de moverse solo por la casa, entonces, es importante que los pasillos estén despejados, al igual que los ingresos a las habitaciones. De ser necesario, cambia todos los muebles de lugar, recuerda que mientras menos elementos haya, mejor será el desplazamiento.

Elabora un plan de acción concreto: Recuerda que en dicho plan debe estar incluido todo el tiempo el adulto mayor.

«Confecciona un organigrama de trabajo con horarios, no dejes de incluir todo y todas las actividades a las que ambos se va a habituar de ahora en más. No olvides que es una persona, con ideas y una vida (…) respetale siempre y con suavidad busca que se integre al plan de tratamiento», Nora F.

Busca ayuda: Si sienten que un día no puedes, porque también entendemos que esta es una gran tarea para ti; pide ayuda a amigos y familiares. Recurre a personas conocidas que tengan relación con el adulto mayor, verás como también, pasaran un buen momento juntos.

Ilumina los ambientes: Procura que cada ambiente del hogar cuente con iluminación adecuada para que el anciano pueda transitar sin perder detalle de lo que hay a su alrededor.

Buen aroma: Intenta que la casa huela bien, y que sea el mismo aroma todos los días. Esto puede activar el olfato en el adulto o, en el caso de estar perdiéndolo poco a poco, le quedará un registro en su mente de aquel olor.

Intenta hacer juegos que refuercen sus hemisferios cerebrales y que, de alguna manera, le permita reforzar los sentidos: rompecabezas, oler flores y reconocer sus nombres, escuchar sonidos relajantes, saborear frutos dulces y otros ácidos, jugar con la textura de las plantas, la tierra y las telas. Si ya no puede sentirlo a través de los sentidos, en su cerebro estará guardada toda la información.

Permite el vínculo: No dejes que en anciano se aísle, conserva momentos de esparcimiento con amigos o familiares. Esto lo motivará, además que reforzará su estado de ánimo.

Recuerda que la deprivación sensorial es un problema geriátrico muy común y aparece poco a poco, deteriorando la salud de los sentidos del adulto mayor, pero, si desde el primer momento organizas un plan de acción en el que aplicar juegos para estimular sus sentidos; una vez que estos ya no estén, podrá rememorarlos.

Visita al profesional de cabecera y verás cómo cuidar a un paciente con déficit sensorial desde el lado de la salud, cumple al pie de la letra los tratamientos que aconseje y no olvides de que el cariño y la empatía son las mejores medicinas.

1 comentario en “Déficit sensorial: Cómo adaptarse a los cambios”

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