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Guía: La mejor técnica de higiene para encamados

La higiene del cuerpo es parte fundamental del bienestar de la persona encamada. No todo se basa en tratamientos médicos o alimentación. El paciente necesita que su cuerpo esté limpio, porque ademas de brindarle sensación de bienestar, el aseo elimina toda toxicidad adherida a la piel que podría afectarlo.

Además, su poca movilidad puede ocasionar que una zona del cuerpo que esté poco limpia genere escamas, enrojecimiento, picazón y posibles lesiones.

Por este motivo es que queremos acercarte a una guía práctica para la correcta higiene del paciente encamado. Recuerda que es muy importante que puedas conectar con el anciano, pues se trata de su cuerpo y su intimidad.

¿Cómo comenzar con la tarea de higiene?

El momento de higiene es, quizás, aquel en el que más vulnerable se siente todo adulto mayor y, con más razón si su situación de salud le impide moverse. Por ello, es indispensable que antes de comenzar con el baño, hables con él y los comentes lo que van a realizar juntos. 

Puedes comentarle cómo lo higienizarás, qué elementos utilizarás, la importancia y la necesidad de realizar esta práctica con cierta regularidad. Y, sobre todo, pídele su autorización para tocar ciertas partes de su cuerpo así como también, su colaboración en caso de que haga falta.

Tal vez creas que no hace falta, pero puedo asegurar que este pequeño diálogo inicial, determinará cómo desarrollarás tu tarea y su resultado. Es fundamental respetar la intimidad del paciente encamado desde el momento previo a la higiene propiamente dicha.

Elementos necesarios

  • Palangana / balde / bote para el agua
  • Guantes
  • Esponjas jabonosas
  • Toallas
  • Agua
  • Ropa limpia de cama
  • Jarro con agua templada
  • Champú o jabón líquido
  • Tapones para los oídos o bolas de algodón
  • Secador si era necesario

Productos que pueden hacerte más sencillo el aseo de pacientes en cama

En la actualidad existen varios productos para el aseo y la higiene de los pacientes dependientes que pueden ayudarnos a hacer más fácil la compleja tarea del baño.

Desde duchas portátiles con su tina y su balde plegable donde no necesitarás de una canilla cerca para poder bañar de cuerpo entero al paciente como la Línea TheraSpring, hasta un gorro para lavar el cabello como TheraShower, que no requiere ni de agua ni de enjuague.

Aspectos a tener en cuenta durante todo el baño

  • Respeta la intimidad del paciente
  • Cerrar puertas y ventanas (para cuidar la intimidad así como la corriente de aire)
  • Verificar que el agua tiene la temperatura adecuada
  • No prolongar el aseo por mucho tiempo
  • Hacerlo por partes e ir secando para mantenerlo confortable

¿Sabes qué es y cómo detectar la Incontinencia urinaria en el adulto mayor? Te lo contamos en este artículo.

 

¿Cuál es el orden que debe seguir para bañar a un paciente encamado?

El aseo de personas postradas es una técnica de enfermería muy conocida en el mundo que sigue una serie de pasos, no por una razón caprichosa, todo lo contrario: para hacer una limpieza general del cuerpo, de manera sostenida y profunda.

Lo curioso de las técnicas que contamos en estas líneas, ha sido un legado que se ha compartido de enfermero a enfermero, hasta que los profesionales vieron necesario (y conveniente), volcar toda esa información es una guía concreta que explique el paso un paso correcto para higienizar un paciente encamado.

Es el momento de mayor conexión con el paciente, por lo que es imprescindible ser respetuoso en todo momento.

Durante el aseo, podemos notarizar los sentimientos que tiene y cómo percibe su propio proceso de salud. Si puede hablar, déjalo que expresa sus emociones y necesidades; esto colaborará en problemas la confianza cuidador-paciente.

La higiene por cada parte del cuerpo

Además de lo que hemos considerado previamente, diez en cuenta algo fundamental: El lavado comienza desde las zonas menos contaminadas, hacia las más contaminadas.

Entonces, seguirás este orden …

  • Cara (solo con agua), orejas y cuello
  • Extremidades superiores (Brazos, manos y axilas)
  • Tórax y abdomen (poner especial atención en la región submamaria, área umbilical y espacios interdigitales)
  • Extremidades inferiores (piernas y pies), poniendo especial atención en el área inguinal, huecos poplíteos y espacios interdigitales.
  • Genitales y periné; lavar desde el pubis hacia el periné sin retroceder
  • Continuar por la parte posterior del cuello, espalda, glúteos muslos y región anal

¿Cómo higienizar a un paciente encamado?

Parte superior

  • Higiene de cara, orejas y cuello: Recomendamos que coloques una toalla debajo de la cabeza del paciente y que no apliques jabón en su rostro, solo agua. Secarás cada parte de su rostro haciendo pequeños toques con suavidad.
  • Limpieza de ojos: Toma una toalla húmeda y limpia suavemente desde el exterior hacia el interior de cada ojo. Sin utilidades jabón.
  • Oídos: Moja otro sector de la toalla y limpia los oídos. Puedes utilizar gasas o algodón, si lo deseas.
  • Cara y cuello: Pasa una toalla mojada por la cara y por el cuello. Recuerda de ir secando a medida que vas lavando, para que no queden partes húmedas.
  • Boca: Si la persona se puede cepillar los dientes por sí sola lo mejor es que lo haga ella misma. Si no, usa una gasa o su mismo cepillo.
  • Fosas nasales: solo de personas que no pueden soñarse solas la nariz. Aquí pueden utilizar toallas húmedas.
  • Brazos y manos: Aquí te recomendamos que utilices una palangana con agua templada o temperatura agradable. Para limpiar manos y uñas, deberás sumergirlas dentro de la palangana. Esto quitará las uñas se ablanden y resulte más fácil cortarlas. Luego moja una esponja y limpia brazos y axilas. Debes secar utilizados las axilas y aplicar desodorantes no alcohólicos.

Parte media e inferior

  • Tórax y abdomen: Higieniza con una toalla húmeda toda esta parte del cuerpo y luego seca bien sin dejar rastros de humedad en los pliegues mamarios, ya que la humedad puede favorecer la inflamación de hongos e irritaciones.
  • Piernas y pies: Lava, enjuaga y seca inmediatamente las piernas. Observa el estado de los talones y corta las uñas de los pies. En caso de que toma nota de la piel seca, coloca crema hidratante.
  • Genitales : Deberás colocar alguna manta o un empapador para no mojar la cama. Separa las piernas y vierte dos jarras de agua (la primera jabonosa y luego normal), y después seca con cuidado de arriba abajo.
  • Espalda y glúteos : Acomoda a la persona encamada de lado, ayudándote de almohadas para calzar el cuerpo. Lava la espalda, el glúteo y la zona perianal, hidratando si es necesario.
  • Cabello : Este puede lavarse dos o tres veces a la semana. Para ello, coloca su cabeza sobre un plástico cerca de uno de los laterales de la cama y con la ayuda de una jarra, ve mojando el pelo con suavidad, enjabona, enjuaga y luego seca con una toalla y un secador.

 

Zonas que tienen mayor atención

  • Axilas : Especial atención por la posible irritación, absteniéndose de poner polvos.
  • Debajo de las mamas : Especial atención a los pliegues mamarios, por posibles irritaciones y agrietamientos.
  • Ombligo: Limpieza minuciosa por posibles restos de suciedad.
  • Genitales: Tanto en el hombre como la mujer dejará realizar el aseo en ambos casos si el paciente es capaz de detenerlo; si no realiza el aseo con minuciosidad, por la proliferación de gérmenes, limpiando primero el periné y después el ano.
  • Pies: Realizar el aseo poniendo especial atención en los espacios interdigitales, observar posibles durezas, grietas, o rojeces; poner atención a posibles uñas encarnadas y pacientes con diabetes.
  • Manos : Fomentar el autocuidado del paciente en el aseo de sus manos, siempre que sea posible. Lavar las manos siempre que entren en contacto con genitales, orina, heces.
  • Nariz y ojos : Realizar el lavado en el caso de los ojos desde la cuenca interna hacia la externa, para no obstruir el drenaje de la glándula lagrimal; poner especial atención en pacientes comatosos, cuya limpieza de fosas nasales y ojos se realizará con una gasa y suero fisiológico.
  • Cabello: Imprescindible peinar o cepillar el cabello una vez al día, coincidiendo con el aseo. Deberá lavarse la cabeza al menos una vez por semana
  • Higiene de la boca: Después de las comidas y cuantas veces sea necesario.

Ultimas recomendaciones

Recuerda que antes de comenzar el aseo, habla con él, cuéntale que llegó la hora del baño y coméntale qué elementos utilizarás, hazle sentir la temperatura del agua y, por qué no, el aroma del perfume que le pondrás.

También es importante que le consultes cómo se siente y si desea él mismo limpiar alguna parte de su cuerpo, en caso de que pueda hacerlo. No comiences con la técnica sin antes dialogar con el paciente, para bajar su ansiedad y hacerlo sentir contenido.

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