fbpx

¡S.O.S! Incontinencia urinaria en el adulto mayor

Hay muchos temas tabú en la sociedad. Uno de ellos es cuando, de manera involuntaria y luego de toser o reírse, algunos adultos mayores notan que no pueden retener la orina.

Esta situación genera tal nivel de apuro y estrés, que, muchas veces, queda reservado a la intimidad, pues ocultan la incomodidad que están viviendo por vergüenza.

Lo curioso es saber que esta falta de control de la vejiga es algo que ocurre en todas las personas adultas, presentándose más casos en mujeres que en hombres. Según los profesionales, el haber pasado por embarazos y partos sería el motivo principal por lo que afecta más a las mujeres.

Existen muchos ancianos en el mundo que sufren incontinencia urinaria; tu familiar podría ser uno de ellos. Te contamos qué es y cómo detectar los síntomas y molestias.

¿Qué es la incontinencia urinaria?

Cualquier situación de goteo de orina de manera involuntaria y que ocurra al menos seis veces durante el año, es considerada incontinencia urinaria. Esta pérdida espontánea de orín tiene un fuerte impacto en la salud y el bienestar de quien la padece. Los médicos no solo lo consideran un problema fisiológico, sino también social e higiénico.

Es uno de los síndromes geriátricos más comunes. Con el paso del tiempo, se producen cambios en la vejiga y en la parte pélvica que podrían afectar el funcionamiento de las vías urinarias provocando que sea más difícil controlar el pis.

Toser, estornudar o reírse, se transforman en situaciones muy molestas ya que, generan tal estrés en el cuerpo que, sin poder controlarlo, termina eliminando orina llegando al punto de mojar no solo la ropa interior, sino también el resto de las prendas.

Cómo detectar si tu ser querido sufre esta pérdida involuntaria de orina

Tiene incapacidad para orinar

Esto ocurre cuando, por ejemplo, luego de haber retenido la orina por un tiempo prolongado, intenta evacuar y resulta imposible. Es como si el cuerpo hubiera olvidado la orden que dio y ya no pueda orinar. Es por esta razón que los médicos recomiendan hacer caso al llamado natural en el momento oportuno.  

El adulto mayor siente dolor relacionado con el llenado de la vejiga

Cuando notas que su vientre está abultado y dice sentirse pesado. La presión sobre la vejiga es tan grande que hasta le cuesta caminar hacia en sanitario con facilidad. Incluso, si cuando al orinar, siente dolor en la zona abdominal baja sin que exista una afección previa que justifique ese malestar.       

El chorro urinario se debilita de manera progresiva

La cantidad de orina que elimina es discontinua, lo hace de manera intermitente y siente la sensación de no haber vaciado la vejiga por completo.

Aumenta considerablemente las veces que va al baño a evacuar

La frecuencia al orinar puede tener varios motivos, pero, en el caso de la incontinencia, es cuando sin relación a una infección en el saco urinario y sin haber bebido demasiado líquido, la persona mayor quiere ir al sanitario de manera constante tanto de día como de noche.

Necesita un baño muy  cerca

Percibes que no puede esperar a evacuar o, cuando el escape de orina se da incluso antes de quitarle la ropa interior. Se percibe como una situación que genera ansiedad y mucha molestia.

Si sufre infecciones frecuentes de la bolsa urinaria

Esto puede ser por síntomas no detectados a tiempo o, por medicaciones mal suministradas que han generado cuadros que se repiten afectando la manera de orinar. 

Echemos un vistazo a las consecuencias de la incontinencia urinaria

Este trastorno no solo afecta lo físico sino también lo emocional y social de la vida del anciano. Vamos a hacer un pequeño recorrido por los principales efectos de la falta de control al orinar.

Sociales y emocionales

  • Pérdida de autoestima y aislamiento
  • Sentimientos de humillación personal
  • Vergüenza ante sí mismo y ante los demás
  • Reacciones emocionales de inseguridad
  • Inhibición afectiva
  • Ansiedad
  • Inhibición de la sexualidad
  • Incapacidad para enfrentar los problemas

Físicos y en la salud

  • Problemas de higiene, mal olor
  • Lesiones cutáneas
  • Descanso inadecuado, fatiga, alteraciones del sueño
  • Hipocondría, pesimismo y depresión    
  • Cambios inflamatorios en la piel genital (dermatitis)
  • Riesgo de infecciones urinarias

¿Has podido reconocer el malestar de tu familiar a medida que leías este artículo? Ayúdalo a mejorar su salud. Recuerda estar atento a posibles síntomas y acude a su médico, cuéntale la situación que está viviendo. Él sabrá cómo ayudar para controlar este malestar del adulto.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir al contenido