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15 recomendaciones para cuidar la piel de los mayores

El paso del tiempo se siente en la piel, pues esta suele tener grandes cambios a medida que la edad avanza. En los adultos mayores esto se hace evidente en el adelgazamiento de su capa protectora y en la aparición de manchas.

Si bien el envejecimiento está fuertemente influenciado por estilos de vida y hábitos; no cabe duda que la piel se ve afectada por los cambios que se van a dando año tras año.

Solemos ver a los ancianos como una pequeña caja de cristal, pero es bueno considerar que la asistencia tiene que ser completa. De nada sirve prestar atención a sus medicamentos y visitas al médico, sino tomamos en cuenta uno de los órganos más grandes y más expuesto: la piel.

¿Por qué se lesiona la piel de los ancianos?

“Los años no llegan solos”, dice un viejo refrán. Y es muy cierto, porque la piel también percibe el envejecimiento y, poco a poco, comienza a manifestar pequeñas –o grandes- señales de pérdida de vigorosidad.

No cabe duda que esta realidad biológica trae consecuencias para la dermis de los ancianos. Esta suele sufrir daño celular y molecular lo que provoca un declive en sus funciones.

Si bien esto ocurre de manera progresiva, es inevitable el triste momento en que su piel se vea afectada por lesiones, manchas o moretones. La piel de los ancianos se lesiona por este mismo motivo: porque pierde sus funciones principales y porque se vuelve más delgada y sensible a todo agente externo.

Problemas en la piel producto del paso del tiempo 

 

  • Pérdida de grasa subcutánea
  • Aparición de arrugas
  • Manchas en la piel
  • Pérdida de la regulación de la temperatura
  • Lesiones pigmentadas
  • Moretones
  • Sequedad
  • Manos ásperas
  • Arañas vasculares
  • Lesiones ásperas sobre piel rojiza
  • Picazón en lesiones
  • Cáncer de piel
  • Pérdida de protección de los vasos sanguíneos
  • Heridas y cortaduras repentinas
  • Hinchazón en diferentes partes del cuerpo

 

¿Cómo cuidar la piel de los adultos mayores?

 

  1.  Limpieza diaria: Es fundamental tener hábitos de higiene diaria. Realizar duchas cortas y al menos dos veces al día.
  2. Exponer al anciano al sol de la mañana durante 15 minutos. El horario ideal es a las 9 am. Repetir día por medio, esto favorece la absorción de la vitamina D.
  3. Evitar restregar la piel: ya sea con la toalla al secar o al vestir al anciano.
  4. Aplicar cremas humectantes: aquellas que brindan proteínas a la dermis, le devuelven su tonicidad y firmeza y, a la vez, color y tesura.
  5. En caso de salir de casa: acostumbrarse a aplicar bloqueador solar en la piel del anciano, aunque solo sea para estar en el patio de casa o una pequeña salida.
  6. Evitar el uso de toallas húmedas: este material puede generar alergias empeorando el cuadro de la capa exterior del cuerpo en caso de ya ser proclive a la sensibilidad.
  7. Utilizar jabones agradables a la piel: esto tiene que ver con eliminar del lavado jabones que irriten la piel, por ejemplo los perfumados; y reemplazarlos por aquellos que tengan PH 5.
  8. Secado de la piel: Tiene que ver con proteger la dermis de la fricción, simplemente secar la piel mojada con suaves toques con toallas de algodón
  9. Usar prendas de ropa liviana, que no sea pegada al cuerpo, sombreros y gorras cada vez que se expone al adulto mayor al sol.
  10. Pies limpios: es recomendable lavarlos con agua tibia, secarlos bien, evitar colocar medias o calzados estando aún húmedos. De ser posible, hidratarlos con crema. Luego, utilizar medias de algodón y calzado cómodo y liviano.
  11. En la época seca: la piel tiende a secarse y eso genera comezón, por lo tanto es importante hidratarla para mejorar la circulación de la sangre y reponer el agua que ha perdido.
  12. Activar la piel: hacer pequeños masajes que colabores en activar la circulación de la sangre, con una vez al día será suficiente.
  13. Ante el calor: hidratarse y aplicar bloqueador solar que sea factos de protección entre 30 y 50 SPF. Si es en crema, mucho mejor, ya que la piel la absorberá mejor. Debe aplicarse cada tres o cuatro horas.
  14. Una dieta sana: alimentarse correctamente también favorece el cuidado de la piel. Para ello es importante incluir en la dieta diaria frutas, verduras ricas en vitaminas y proteínas.
  15. Realizar ejercicios físicos con regularidad: caminatas dos veces al día, al menos 15 minutos, favorecerá la circulación de la sangre. Asimismo, cambiar de posición a pacientes con poca movilidad, para evitar lesiones.

¿Te interesa una guía práctica mejorar la higiene de un paciente encamado? En este artículo te la damos. 

 

Cuidar al adulto mayor es una tarea integral. La piel y sus cuidados no deben descartarse, ya que este órgano es el más grande que tenemos y su alta exposición con el exterior la hace más delicada y sensible.

Recuerda que también es importante revisar periódicamente su piel en busca de alteraciones que puedan despertar el signo de alarma y así, asistir a tiempo para prevenir la aparición de cualquier lesión que pudiera afectar la calidad de vida del anciano.

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