Cuando el calor se hace sentir es imposible quedarse en casa: llegan las invitaciones para salir al aire libre y disfrutar en familia. ¡Es imposible negarse a pasar un buen día bajo el sol!
Pero, a veces, el sol no suele ser muy amigable con la piel de los mayores, sino todo lo contrario. Y de toda la familia, ellos son los más afectados por los rayos solares y la temperatura estival.
No es ningún descubrimiento; todos sabemos que los rayos UV dañan nuestra piel, especialmente en verano. Y, con más razón la piel de las personas mayores, pues en su caso es más frágil, sensible y delicada. Por eso, es importante tomar en cuenta que debemos cuidarlos para que su dermis conserve elasticidad y nutrición.
¿Cómo afecta la exposición solar a la piel de la persona mayor?
A medida que pasan los años, la piel del adulto mayor se vuelve más débil ante la fuerza del verano, tanto a la luz solar como a las altas temperaturas. Cuidar como corresponde este extenso órgano no solo garantiza una mejor calidad de vida, sino también más días de disfrute en familia.
El Sol es una poderosa fuente de luz, pero también de energía y calor. Si bien la piel bronceada luce muy bien, no podemos olvidar que el poder de los rayos solares penetran en la dermis y, en algunos casos, puede resultar muy perjudicial; como es el caso durante la ancianidad.
Tenemos que redoblar la apuesta y proteger mejor esta capa que envuelve su cuerpo. No debemos olvidar que lo rayos UV son el principal factor de riesgos de desarrollar algún tipo de enfermedad en la piel.
Problemas comunes de la piel del adulto mayor ante la exposición a los rayos solares
- Pérdida de la elasticidad (elastosis)
- Deshidratación severa
- Neoplasias cutáneas no cancerosas (queratoacantomas)
- Cánceres de piel
- Daños o lesiones cutáneas
- Cambios en el pigmento como las manchas por la edad
- Engrosamiento de la piel
Siete consejos para cuidar la piel del adulto mayor en verano
1. Mantener una higiene diaria
Lavar el cuerpo y las manos con agua tibia y jabones inodoros, de ser posible con pH neutro. Te recomendamos aquellos de avena, por su suavidad y delicadeza para nutrir la piel del anciano.
También, puedes utilizar jabones hidratantes y reafirmantes que aporten nutrientes para devolver flexibilidad a las células cutáneas. Y, sobre todo, no olvidar secar bien el cuerpo completo, especialmente donde encuentres pliegues.
2. Aceites para prevenir sequedad
Nada mejor que los productos naturales. Podrás encontrar aceites de almendras que poseen un alto contenido en ácidos grasos esenciales y antioxidantes muy recomendables para la salud de la piel. Al aplicarla una vez al día, nos aseguramos de mantenerla hidratada y evita la aparición de llagas.
3. Mantenerlos hidratados
El agua es fundamental para poder atravesar los días con altas temperaturas. Los adultos mayores deben beber al menos unos 2 litros diarios, aunque no tengan sed. Puedes variar con licuados de frutas, compotas, jugos naturales o, directamente agua pura.
4. Utilizar las prendas adecuadas
Para protegerlos mejor de los rayos ultravioletas, aconsejamos llevar siempre un sombrero o una gorra, así como vestir con ropa clara, de ser posible de algodón, fresca y ligera.
Evitar exponerlos al sol, especialmente en horarios donde los rayos son más fuertes, es decir a partir de las 10 horas hasta las 17 horas.
5. El protector solar, el mejor aliado
Los cuidados de la piel de los adultos mayores durante el verano también es conocer qué tipo de protector es el indicado de acuerdo a la sensibilidad y delgadez de su dermis. Te recomendamos aplicar un proyector solar con factor 50 en adelante, reforzar cada dos horas y llevar siempre anteojos de sol.
6. Estar bien alimentados
Una buena nutrición es el “abc” de la buena salud. Es importante que las personas mayores consuman alimentos ricos en antioxidantes (vitaminas A, C y E, y el selenio) para mantener el cuerpo y la piel constantemente hidratados. Estos nutrientes lo encontrarás en frutas y verduras frescas.
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7. Revisar con atención las características de la piel
Te parecerá obvio, pero hay que examinar de vez en cuando las pecas, manchas y lunares para comprobar si han aumentado de tamaño o han cambiado de forma o textura o bien si cierta herida o úlcera no acaba de cicatrizar.
Cuidar de su piel también es cuidar de su salud
Depende de nuestro compromiso cuidar la piel de nuestro ser querido y saber cuándo podría estar en peligro. Por eso, hemos compartido estos consejos para atenderla y así, disfrutar de días de relax y diversión sin impedimento alguno.