Quizás uno de los más grandes deseos compartidos, es que nuestro familiar goce de buena salud y pueda disfrutar muchos años más de vida. ¿Quién podría desear otra cosa?
Tenerlos nuestro lado para compartir largas tardes de anécdotas y experiencias son lo mejor que puede pasarle al adulto mayor y a todo aquel que esté a su lado día a día.
¡Qué más quisiéramos que envejezca con independencia física y con una mente lúcida! Pero, no siempre ocurre así.
El paso de los años provoca en algunos ancianos un cambio irreversible en su salud mental, provocando un deterioro que, a en última instancia, afecta sus facultades físicas y mentales elementales.
Queremos contarte qué es la demencia y cuándo se da este deterioro en la salud mental, para que puedas diferenciarla del simple envejecimiento, pues existen 6 señales que pueden anticiparte que el adulto mayor comienza a transitar lentamente el camino de la demencia.
¿Qué es la demencia?
Tal vez conozcas a personas mayores con “memoria de elefante”. Se denomina así a aquellos ancianos que, a pesar de su edad avanzada, aún recuerdan con total exactitud fechas, nombres, lugares, experiencias, momentos, y demás. Esto es llegar con la mente lúcida a la tercera edad, pero muchos no cuentan con esa suerte.
Perder la concentración y la memoria es algo propio del paso del tiempo y un proceso considerado normal en el envejecimiento; hay personas mayores que padecen un desgaste más profundo en su salud mental y se ve caracterizada por el deterioro progresivo de las funciones mentales como el conocimiento, la memoria, el lenguaje y la percepción.
Según la Organización Mundial de la Salud la demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento.
Afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio de los ancianos a partir de los 65 años de edad.
Fases y Síntomas de la demencia senil
Este síndrome que deteriora la salud mental afecta de manera diferente a cada persona y eso depende muchas veces, del impacto que tenga la enfermedad en su estado de salud así como también, en la personalidad del sujeto previo a padecerla.
Los signos y síntomas relacionados con la demencia se pueden entender en tres etapas. La primera etapa, denominada temprana, es la más desapercibida de todas, ya que el inicio es paulatino y leve.
Luego, la etapa intermedia, en el que los signos y síntomas se vuelven más evidentes y limitadores. Los afectados se alejan cada vez más de sus seres queridos, pues, dejan de reconocerlos poco a poco.
Y, la tercera etapa, la tardía, la dependencia y la inactividad son casi totales. Las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes.
Síntomas de la demencia senil
Etapa temprana
- Tendencia al olvido
- Pérdida de la noción del tiempo
- Desubicación espacial, incluso en lugares conocidos
- Deterior cognitivo leve
- Complicaciones en el aprendizaje y la memoria a corto plazo
- Primeras dificultades en el lenguaje
- Cambios de humor y personalidad
Etapa intermedia
- Empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas
- Se encuentran desubicados en su propio hogar
- Tienen cada vez más dificultades para comunicarse
- Empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal
- Sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las mismas preguntas
- Deterioro cognitivo es moderado
- La memoria a largo plazo comienza a fallar
- La capacidad de lenguaje se complicada
- No son capaces de aprender o recordar información nueva
- Irritables, egocéntricos o bien sufrir apatía, depresión, aislamiento social, etc.
Etapa tardía
- Una creciente desubicación en el tiempo y en el espacio
- Dificultades para reconocer a familiares y amigos
- Necesidad cada vez mayor de ayuda para el cuidado personal
- Dificultades para caminar
- Alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.
- Pierden la memoria a corto y largo plazo
¿Tu adulto come solo o sin supervisión? Cuidado: podría tener disfagia. Te lo contamos en este artículo.
Primeras señales de la demencia senil
Dificultad para realizar tareas que impliquen concentración y razonamiento: Aquellas acciones que anteriormente hacía sin problemas y sin ayuda de nadie. Aquí es cuando comienza a consultar dónde es que debía pagar una boleta o entra en duda dónde dejó su sueter o cómo debía doblarlo.
Cambios en su personalidad y humor: Se tornan más irritables, apáticos y pierden el interés ante las personas. Comienzan a ser indiferentes, hasta sentirse de mal humor y enojados.
Se desorientan: Lugares que frecuentaba de manera asidua lo consideran como nuevo y desconocido. Llegan a perderse en lugares conocidos, se detienen y miran alrededor desconcertados, hasta que algo les da la señal de un lugar conocido y continúan.
Pierde interés en actividades que antes disfrutaba: Comienza a olvidar las cosas que hacía y le apetecían. Del mismo modo, no recuerdan cómo hacerlas. Si era bailar, no recuerdan los pasos ni la melodía. Si era pintar, olvidan cómo tomar el pincel y hacer trazos, etc.
Tiene dificultad con el lenguaje: Pierden el nombre de los objetos de uso corriente, así como también el nombre de personas conocidas o palabras de uso común y por todos conocidos.
Cambios en los patrones de sueño: Suelen dormir mal y despertar muchas veces durante la noche.
Cómo reforzar la salud mental del adulto mayor
Mantén su mente activa: juegos mentales, lecturas, crucigramas o juegos de palabras.
Hazlo practicar actividad física y social: retrasa la aparición de la demencia y rede sus síntomas. Al menos 100 minutos de actividad por semana.
Una dieta saludable: rica en frutas, verduras, granos enteros y ácidos grasos omega-3, que se encuentran comúnmente en ciertos pescados y en las nueces, podría promover la salud y reducir el riesgo de desarrollar demencia.
Descanso necesario: Permite que tenga una buena higiene del sueño y consulta a su médico si notas ronquidos fuertes o momentos sin respirar o jadeas durante el sueño.
Los años pasan y es importante estar atentos a cada señal que, sin darse cuenta, el anciano anticipa. Ante la mínima duda deberás consultar con un médico especialista para que, en caso de confirmar la sospecha de demencia, comenzar cuanto antes un tratamiento que mejore los síntomas y, de ser posible, retrasar el avance de la demencia
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