El tiempo junto a un ser querido es el tiempo mejor invertido. Más aún si nos referimos a un adulto mayor y su cuidado. Muchas veces su atención recae en algún miembro del grupo familiar y eso no está mal. ¡Qué mejor que el amor conocido!
Pero, esta persona también necesita momentos de distracción y de desarrollo personal, ya que corre el riesgo de desarrollar un síndrome que podría deteriorar su salud. Nos referimos al síndrome del Cuidador Quemado, un malestar común en aquellos que dedican tiempo a la asistencia de una persona dependiente.
¿Por qué aparece el síndrome del cuidador quemado?
El contacto continuo con una persona mayor que, con el tiempo, ha ido necesitando cada vez más atención; termina generando un desgaste emocional en el cuidador. No es que no quiera seguir al servicio se su ser querido, sino que, necesita espacios donde estar en soledad o, simplemente, realizar actividades que activen su vida social y emocional.
Atender a otras personas que se encuentran en situaciones de salud delicadas o que son dependientes; provoca un alto nivel de estrés y es necesario hacer algo con él, ya que, en caso de pasarlo por alto, podría ser perjudicial tanto para el cuidador como para el adulto mayor.
Las exigencias, molestias, reproches y la misma situación de salud del anciano, podría desgastar al cuidador y dar paso a este síndrome. Si además sumamos la responsabilidad de velar por el bienestar y la salud del adulto mayor; las posibilidades de padecer el malestar ascienden.
Síntomas del síndrome del cuidador quemado
- Cambios en los estados de ánimo
- Irritabilidad
- Indiferencia
- Falta de motivación en la tarea
- Falta de concentración
- Olvido de responsabilidades
- Deterioro cognitivo
- Agotamiento constante
- Dolores musculares y articulares
- Dolores de cabeza
- Obesidad
- Pérdida de deseo sexual
- Ensimismamiento y aislamiento social
- Ansiedad
3 Técnicas de relajación para eliminar el estrés
Asistir a un adulto mayor en estado de salud dependiente, sin duda, es un gran esfuerzo. Y si bien es una tarea noble y una demostración de amor hacia su familiar, también es un gran compromiso.
Para poder realizar la tarea con entusiasmo es recomendable poner en práctica algunos ejercicios. El cuidador puede realizarlos semanalmente, haciendo un cronograma para no olvidar que también merece disfrutar de tiempo de ocio. Te contamos algunas técnicas sencillas, ideales para practicar en casa.
1. Musicoterapia
Es el uso de la música como terapia. Puedes escoger las canciones que más te gusten y hacer una lista de reproducción. Esta técnica es muy buena para mejorar la memoria y para expresar, a través de la voz, las emociones más profundas.
Las melodías pueden ir desde tonos relajantes a otros más energizantes. Recomendamos realizar el ejercicio en un espacio donde se pueda estar en soledad y donde el sonido no interfiera con la vida del adulto mayor.
2. La Risoterapia
Es una estrategia que produce beneficios mentales y emocionales por medio de la risa. Generalmente es una actividad grupal en los que se ponen en práctica ejercicios que enseñan y ayudan a reír.
Algo tan sencillo como reír puede tener efectos muy positivos en la salud del cuidador. La carcajada libera las hormonas de la felicidad generando un estado completo de relajación y satisfacción. Además, mejora el estado de ánimo y el humor, así como también aumenta la seguridad y la autoestima del cuidador.
3. Mindfulness
Otra técnica es el Mindfulness, más conocida como Atención Plena. Es un ejercicio que trabaja sobre los pensamientos y sentimientos que se sienten en el momento presente. Como técnica saludable, lleva toda su atención a la respiración, cerrando los ojos y dejando que los pensamientos pasen por la mente sin comprometerse con ninguno.
El mindfulness es una técnica muy recomendable, la utilizan los deportistas logrando excelentes resultados. Mejora la calidad del sueño, aumenta la energía y refuerza el sistema inmunológico.
Seguir adelante con la vida
Cuidar de un adulto mayor dependiente puede ser una tarea dura. Quien cumple esta función tiene la responsabilidad de responder a las necesidades y exigencias para asistir al anciano, pero también necesita y merece momentos de ocio.
En definitiva, escoger una actividad que permita que el cuidador se relaje y distraiga, es fundamental para evitar que sufra el síndrome del cuidador quemado. Pero, también es una forma de considerar la salud del adulto mayor dependiente, para que reciba el cariño y la asistencia que necesita por parte de una persona que disfrute hacerlo.
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