Durante sus últimos años, la madre de ‘Rosa’ parecía dos personas en una. A ratos, era la mujer dulce y ocurrente que siempre fue. Pero en otros momentos, se enojaba tanto que hasta decía groserías, algo que nunca había hecho en su vida.
Eso es lo que ‘Rosa’ recordaba sobre su madre, cuando le pregunté por ella en consulta psicológica. La mujer ya había fallecido, pero su hija así recordaba la vejez de su madre: como si fueran dos personas en una.
De hecho, me comentó que una vez la mujer se enojó tanto, que se salió a la calle. ‘Rosa’ la siguió y la tomó del brazo, pero su madre sacó una fuerza que nadie imaginaba y la empujó tan fuerte que casi la tiró al piso. “¿Por qué me hizo eso si yo la cuidaba?”, recordaba mi paciente entre lágrimas.
Su cara cambió solo hasta que le lancé una pregunta fulminante: “¿Cómo actuarías tú si te sintieras frustrada, con dolor físico y que, encima, los demás decidieran por ti?”. ‘Rosa’ nunca había visto a su madre desde la compasión y sólo se había centrado en su dolor. Olvidó que para su madre también estaba siendo difícil perder su independencia.
Como cuidador, seguramente has notado que a veces las personas mayores muestran mal carácter. ¿Sabes a qué se debe? Y sobre todo, ¿tienes idea de cómo tratarlo? Esto puede ayudarte.
Cuidar a un adulto mayor es un reto. Y a veces, no solo se trata de lo relacionado con su salud, sino también con su carácter. De pronto, personas muy tranquilas pueden convertirse en adultos mayores con ciertas conductas agresivas.
A veces, el cuidador puede notar que su paciente se comporta un tanto más impaciente, irritable, impulsivo, exigente o incluso violento.
¿A qué podría deberse el comportamiento agresivo en adultos mayores?
- La persona puede sentir que está perdiendo su autonomía.
- El verse obligado a pedir ayuda para ciertas cosas quizá lo hacen sentir inútil.
- Adaptarse a esta nueva etapa de su vida le podría estar costando trabajo.
- Perder sus capacidades y funcionalidad puede generarle una gran frustración.
- En algunas enfermedades, puede haber demencia, delirios y trastornos mentales.
¿Qué hacer?
Por fortuna, existen alternativas que pueden ayudarte a controlar el comportamiento agresivo de un adulto mayor. Toma nota:
- No te enganches. Ten presente que ninguna grosería, acto agresivo u ofensa es personal. Recuerda siempre que no tiene nada que ver contigo.
- Ve un paso adelante. Conoces a tu adulto y, seguramente, más de una vez puedes identificar cuando algo comienza a molestarle. Apenas lo notes, actúa antes de que el conflicto ocurra.
- No hagas más grande el problema; al contrario. Si grita, no grites más fuerte. Si ofende, no reacciones. No lo acuses ni lo señales. Sé siempre el primero en conservar la calma.
- Comunícate con tu paciente. Cuando ambos estén tranquilos, platiquen y escucha su punto de vista con la mayor empatía posible. Pregunta cómo puedes ayudarlo a evitar una discusión. Siempre hay espacio para un “por favor”, para un “perdón” y para un “gracias”.
- Hazle ver sus capacidades. Tu adulto aún es fuerte e importante para la familia. Demuéstrale las capacidades que aún tiene y permite que las realice.
- El poder de la distracción. Las ocupaciones, la meditación y hasta la música siempre son recursos disponibles para que un adulto redirija su atención y se relaje.
- Respeta sus decisiones. No sean arbitrarios con aspectos tan sencillos que pueden desencadenar un conflicto, como qué ropa va a usar, o tocar a su puerta antes de entrar.
- Habla. Si los comportamientos continúan o aumentan, hazle saber a los familiares la situación. No lo señales ni acuses. Quizá exista algún ser querido con quien el adulto mayor tenga una conexión especial y puedan platicar de un modo diferente a los demás.
Respirar y seguir
Su madre ya había fallecido, pero ‘Rosa’ sí pudo hacer una relectura de la relación que tuvo con su madre en sus últimos años. Creo que lo más importante es que entendió que no se trataba de algo personal. Y eso le dio tranquilidad.
¿Tu familiar dependiente esta durmiendo mal? Aquí te contamos las razones.
Seguramente, en más de una ocasión, el adulto que cuidas ha mostrado un comportamiento que no te esperabas. Conocer más sobre estos procesos relacionados con la edad y sus manifestaciones te dará una ventaja sobre cómo reaccionar.
Estamos seguros de que, si estás en este blog leyendo e interesándote por estos temas, es porque eres un cuidador de primera. Reconocemos y admiramos tu esfuerzo.